top of page
Alejandra Gonzalez

Transformando la Equitación con Movimiento y Conexión



En el mundo de la equitación, es común escuchar a los instructores dar instrucciones a los jinetes que, a simple vista, parecen esenciales para una buena postura: “espalda recta”, “talones abajo”, “hombros atrás”, “no te muevas en la montura”. Estas frases han sido repetidas durante generaciones y, aunque tienen buenas intenciones, a veces pueden llevar a una comprensión equivocada del alineamiento corporal en la equitación.


El Mito de la Postura Estática


Instrucciones como “espalda recta” parecen útiles para mantener una buena postura, pero a menudo llevan a los jinetes a tensar la columna y bloquear el movimiento natural del cuerpo. Cuando forzamos una alineación rígida, podemos limitar la capacidad del cuerpo para moverse de manera fluida y adaptable, lo que es esencial para seguir el movimiento del caballo. La columna vertebral, por ejemplo, necesita rotar y adaptarse a las fuerzas que se generan mientras montamos. Si restringimos esta rotación natural, no solo comprometemos nuestra comodidad, sino que también podemos interferir con la capacidad del caballo para moverse con libertad.



Alineamiento o Equilibrio Dinámico


La alineación o equilibrio es un proceso dinámico, no una posición fija. Cuando montamos, nuestro cuerpo está en constante ajuste, respondiendo a las fuerzas que actúan sobre nosotros y el caballo. Esto significa que, en lugar de enfocarnos en mantener una “posición perfecta”, deberíamos estar atentos a cómo nuestro cuerpo puede moverse en armonía con el caballo.


En lugar de simplemente bajar los talones, un jinete podría pensar en cómo la energía fluye desde el centro de su cuerpo hacia sus pies, permitiendo que los talones bajen de manera natural y flexible. Este enfoque no solo mejora la absorción de impactos, sino que también permite un contacto más ligero y sensible con el caballo.





Enseñando el Movimiento, No la Postura


Como instructores o jinetes que buscan mejorar, es importante reconsiderar las instrucciones tradicionales que se enfocan en posiciones estáticas.

Invitar a los jinetes a explorar el movimiento dentro de la alineación—por ejemplo, sintiendo cómo el movimiento del caballo afecta la pelvis y la columna vertebral—puede ser mucho más efectivo que insistir en mantener una postura rígida. Este enfoque no solo mejora la experiencia del jinete, sino que también fomenta un movimiento más libre y expresivo en el caballo.



La alineación es un proceso continuo que requiere flexibilidad, adaptación y una conexión profunda con nuestro cuerpo y el caballo. Al cambiar nuestra perspectiva y enseñar la alineación como un movimiento dinámico, podemos ayudar a los jinetes a desarrollar una mayor sensibilidad y armonía con sus caballos.


En última instancia, la equitación no se trata de alcanzar una “posición perfecta”, sino de encontrar un flujo natural donde jinete y caballo se muevan como uno solo. Al entender y aplicar el concepto de alineación dinámica, podemos acercarnos un paso más a este ideal.



Ale

18 visualizaciones0 comentarios

Comments


bottom of page